El parque transparente
En Santo Domingo no hay parques para borrachos. Tampoco se hacen parques para políticos corruptos. Menos se hacen parques para lavadores de dinero. Ninguno para pederastas. No conozco ningún parque dedicado exclusivamente para los compravendedores de droga. Aun así, todos viven entre nosotros, en nuestras propias casas; son vecinos, amigos, tíos, primos, hermanos y padres.
Leo las noticias en los diarios y no termino de entender por qué el sobrevuelo de la presencia de homosexuales en un parque. Parecería un error de la dirección del medio de comunicación. Incluso un recriminación forzada por una iglesia católica bajo presión social por sus propios actos inmorales. Tal vez al dueño del medio o a la redactora le pusieron eso como penitencia después de una confesión. Pero, después de una semana en nuestro país con sueños de desarrollo, con la mira miope puesta en codearse con las grandes naciones y con una ciudad capital listada como ciudad global gamma, todavía me sorprende el hecho esta publicación.
¿Es que quieren un sitio público sólo para homosexuales? ¿luego los atacarán con lacrimógenas y perdigones? ¿por qué no a los curas acusados de estupro en un parque? ¿por qué no invitar los padres de familia para que les tiren flores?
Nuestro país está lleno de historias: un presidente que dicen es hijo del ex-beisbolista juan marichal; un cardenal que habla mucho y de lo que sea y que acumula rumores de ser papá en varias ocasiones (tal vez del señor presi...); ministros y funcionarios más homosexuales que ricky martin; militares y ex-militares amigos íntimos de narcotraficantes; un vincho que habla y habla y que seguro hizo un cursillo con el cardenal cuando balaguer. Gente que se jacta de haber leído y que ha viajado por el mundo, y que se lo han dado a quienes quisieron en su vida...
Aunque uno no sea homosexual, hay que entender que los que lo son tienen derecho a sentarse en un parque, a ir a un restaurante, y disfrutar de su vida social pública. O acaso parejas heterosexuales no se ven dándose besos que también podrían alterar el equilibrio público. Una dosis de tolerancia y aceptación es necesaria y está al alcance de un brazo, está la mano amiga, una sonrisa fraternal, maternal o paternal, y un abrazo familiar, porque a pesar de que siempre haya quien te quiere serruchar, hay relaciones, hay sentimientos, hay cimientos que se pulen con el tiempo y que nuestra dominicanidad impide su desaparición, porque en el fondo somos seres humanos. Esa mano es la que transmite tolerancia y aceptación.
Ese es el parque donde yo quiero ir con mi esposa e niños.
Comentarios
tampoco es que quiera estar viendo espectáculos con o sin bigote, a diestra y siniestra..