El bici-concho


Después de haber estudiado en San Cristóbal, Rep.Dom., una ciudad llena de motores, no pensé jamás que iba a estar subiéndome en ellos. La necesidad, sin embargo, me ha dejado casi obligado al uso diario del motoconcho.

En las afueras de Kigali y en los pueblos, el motor es un lujo y el concho se practica en bicicleta. Cuando fui al norte del país, a Musanze, pasé frente a esta estación de bici-concho, donde los conchistas están organizados igual que con los motores. Tienen sus camisetas con número de identificación, y aunque sudan la gota gorda se la toman con calma porque mucha de su clientela son mujeres ya mayores, y en los caminos de arcilla y piedra es difícil controlar la frenada.

Es un servicio limpio y organizado, pero al que no he tenido que recurrir aún.

En Kigali, la capital, el gobierno lo prohibió –harán tal vez 8 años. Igual que prohibieron el tener vacas en los patios (porque los ruandeses aman las vacas)... Todo para cambiar la imagen de pueblo grande a ciudad. Con el tiempo, quizás, Kigali también tendrá un metro importado con “el poder del dedo”.

Comentarios

Baakanit dijo…
Oye, a simple vista, antes de leer el texto que acompaña la imagen, pensaba que era una estación de motoconchos, que habías tomado la foto en la Rep.

Uno es dichoso, solamente hay que visitar Africa para darse cuenta lo bien que estamos en comparación con ellos.

Saludos

P.D. Móntate y graba la experiencia.
Tulio Mateo dijo…
No he tenido la dicha de subirme en un bici-concho todavía. Ya veré cuando vuelva por las afueras de Kigali.

Por ahora tengo sólo documentada la del motoconcho, que en los últimos días se ha vuelto una carrera de obstáculos con los hoyos, carros, guaguas y gente que camina en la calle.

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