Se llama Banque Postale y es de Tronchet

Uno de mis otros días, de esos que salgo por ahí con ojos ignorantemente atentos, llegué ante un edificio de ladrillos. Qué maravilla ver un edificio de ladrillos que me haga sentir como si fuera parte de la historia de la arquitectura, como si viera en cámara regresiva la mariposa transformarse en oruga. 
Es obra de Guillaume Tronchet. La aventura exploradora me llevó a pensar en el Chrysler y el Empire State, en el Rockefeller Centre, en los casos playeros de Miami y aquí mismo. Pero este edificio, es de ladrillos de barro quemados, ladrillos rojos. Es un edificio color tierra, hecho por Tronchet en la cima de su carrera. 
El edificio es algo simplón en su apariencia. No tiene los detalles exteriores tan llamativos como los de sus coterráneos próximos, por ejemplo el Palais de la Méditerranée. Incluso llegué a verlo como algo feo. Pero es un edificio que se hace él, se yergue orgulloso y sin que le importe mucho lo que hay alrededor. Y para agregar: cumple su función. Esto porque dentro todo parece estar moviéndose de forma adecuada. Es más, su interior más simplón deja pensar que es más grande de lo que requiren las funciones que alberga.
 
El edificio de “La Banque Postale” está ahí, con sus relieves curiosos, con sus vitrales de un futuro visto desde el pasado, con una presencia soberana, con una función que ejerce tranquilo. Puede parecer tonto, pero pasé unos minutos frente a la obra, descubriéndola con mis pupilas gustativas. Se hacía tarde. Luego caminé contento, pensando en el café que me esperaba, el recuerdo art-deco y el nombre Tronchet para buscar en wikipedia.

Comentarios

Baakanit dijo…
Se ve bien. Estás en Paris ahora?

P.D. En NY me gusta mucho ver los edificios que tienen ladrillos marrones.
Tulio Mateo dijo…
Se me olvidó decir que fue en Niza, en la costa del Mediterráneo.
No, no estoy en Francia. Eso fue de visita.
Por ahora, regresé al continente de nuestros ancestros negros; donde mismo estaba antes.

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