Inagotable, Desconocida: República Dominicana para los dominicanos
El contraste del azul turquesa y blanco de la Costa Este, los campos de Golf, la bohemia de la Costa Norte, y las Primacías Monumentales de Santo Domingo, todas imágenes presentes en la promoción internacional del país, no son del todo conocidas por nosotros mismos, los dominicanos.
La promoción turística de la República Dominicana, movida por los “grandes” ingresos, se dirige a consumidores internacionales. La idea no está mal. Más bien es lo lógico. Sin embargo, es importante rescatar el valor del turismo local o turismo interno, con la posibilidad de una campaña de promoción dirigida al público dominicano, residente en esta tierra.
Una campaña de este tipo implicaría la participación de las Secretarías de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, colaborando paralelamente con el sistema educativo básico y generando ingresos a las pequeñas economías existentes en los diferentes polos, considerando su no alojamiento en hospedajes todo-incluido. Este tipo de campañas de promoción interna puede asemejarse a las realizadas por empresas locales sobre provincias, estimulando el reconocimiento de las raíces genealógicas y culturales.
Efectuándose con la intensidad y tiempo adecuado, generaría suficiente interés, despertaría la conciencia nacional, curiosidad… movilizaría, acercaría… En plazo medio garantizaría que una generación tuviera conocimiento ligero de zonas turístico-culturales –intuición geográfica–, aprecio mínimo por las riquezas naturales e inclinación a la defensa de los mismos.
Podría ser un pequeño paso, un pellizquito, respecto a los otros –la inversión estatal en promoción internacional fue de aproximadamente US$20,000,000 en el 2006–, pero su significado sería más profundo, más patriótico.
La promoción turística de la República Dominicana, movida por los “grandes” ingresos, se dirige a consumidores internacionales. La idea no está mal. Más bien es lo lógico. Sin embargo, es importante rescatar el valor del turismo local o turismo interno, con la posibilidad de una campaña de promoción dirigida al público dominicano, residente en esta tierra.
Una campaña de este tipo implicaría la participación de las Secretarías de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, colaborando paralelamente con el sistema educativo básico y generando ingresos a las pequeñas economías existentes en los diferentes polos, considerando su no alojamiento en hospedajes todo-incluido. Este tipo de campañas de promoción interna puede asemejarse a las realizadas por empresas locales sobre provincias, estimulando el reconocimiento de las raíces genealógicas y culturales.
Efectuándose con la intensidad y tiempo adecuado, generaría suficiente interés, despertaría la conciencia nacional, curiosidad… movilizaría, acercaría… En plazo medio garantizaría que una generación tuviera conocimiento ligero de zonas turístico-culturales –intuición geográfica–, aprecio mínimo por las riquezas naturales e inclinación a la defensa de los mismos.
Podría ser un pequeño paso, un pellizquito, respecto a los otros –la inversión estatal en promoción internacional fue de aproximadamente US$20,000,000 en el 2006–, pero su significado sería más profundo, más patriótico.
Tulio Mateo
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